Malkovich, Malkovich, Malkovich

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A los dieciséis años, al ver la obra de Irving Penn, Sandro Miller supo que quería ser fotógrafo. Sobre todo autodidácta, Sandro se basó en libros publicados por muchos de los grandes artistas canonizados en la historia fotográfica...

A través de sus imágenes, aprendió el arte de la composición, la iluminación y el retrato. Más de 30 años después, con clientes que van desde Forbes, GQ y Esquire, como American Express, Coca-Cola y BMW, Sandro ha asegurado su lugar como uno de los fotógrafos top publicitarios y el mundo. Su éxito en el mundo comercial le permite seguir sus proyectos personales, que incluyen trabajar en Cuba, fotografiando músicos de blues estadounidense, varios grupos de danza, y los esfuerzos prolongados con John Malkovich, su viejo amigo y colaborador. Sandro conoció a Malkovich a finales de 1990, mientras trabajaba en un trabajo para el Steppenwolf Theater. Más de 16 años después, Sandro y John siguen colaborando, algo que puede verse en su último proyecto, Malkovich, Malkovich, Malkovich: Homage to Photographic Masters. John Malkovich es considerado como uno de los más grandes actores estadounidenses del siglo 21. En Malkovich, Malkovich, Malkovich: Homage to Photographic Masters, muestra su proclividad camaleónica, transformándose en Albert Einstein, el Che Guevara, John Lennon y Andy Warhol. A través de su inmensa habilidad y el ojo fotográfico increíble de Sandro, Malkovich, Malkovich, Malkovich: Homage to Photographic Masters rinde homenaje a la historia de la fotografía a través del genio de un fotógrafo y su musa.  En 2013, Sandro Miller decidió hacer un proyecto en honor a los hombres y mujeres cuyas fotografías ayudaron a dar forma a su carrera. Después de seleccionar las treinta y cinco imágenes para emular, Sandro se contactó con Malkovich, que instantáneamente accedió a participar. Cuando habla de Malkovich, Sandro dice: “John es la persona prolífica más brillante que conozco. Su genio no tiene parangón. Puedo sugerir un estado de ánimo o una idea y en unos instantes, él se transforma literalmente en el personaje justo en frente de mis ojos. Él está tan confiado de mi trabajo y nuestro proceso… Estoy verdaderamente bendecido de tenerlo como amigo y colaborador “.












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