Burning Man 2018 x Hernan Cattaneo

Desde la primera vez que fui con Paul Oakenfold en el 2000 como parte del Perfecto Tour USA, Burning Man sigue siendo en muchos sentidos el festival mas interesante y diferente de todos en los que participo cada año. Siempre cabe aclarar que no es un rave ni una fiesta de musica, sino de expresión artística, aunque cada año que pasa se ven mas personajes tipo ibiza y menos de los hippies originales que lo crearon en San Francisco en los 80´s.

En Black Rock City, la ciudad que se levanta cada año en el desierto de Nevada para desarrollar BM, no se compra ni vende nada, así que ir al festival requiere una importante logística que abarca desde como llegar y permanecer en el desierto una semana, adonde dormir, que comer, y todo lo necesario para subsistir en un clima que a veces es realmente muy hostil.

Dentro de BM hay diferentes camps adonde uno se puede quedar y participar de su comunidad aportando ya sea algo que uno hace, o algo que uno lleva, unos ponemos música, otros cocinan, limpian, organizan el camp, etc. Así es que hay camps italianos que regalan pizza y también por supuesto argentinos como Los gauchos del fuego.

Este año nos quedamos en uno de origen canadiense llamado Playaskool que tiene ademas dos art cars que andan por la playa. El Christina of BRC que es un barco de madera con ruedas y el Jaguara, uno realmente espectacular recién llegado desde Colombia. Tanto los cars como el Incendia Dome se usan como escenarios para bailar, dar clases de yoga o cualquier otra actividad del camp.

Sin embargo lo mejor en BM no es quedarse en un camp sino recorrer lo mas posible esta especie de ciudad Mad Max adonde uno se puede encontrar con gente y cosas increíbles como se ven en las fotos. Muchos artistas trabajan todo el año preparando sus obras de arte para exponerlas en BRC y algunas son realmente únicas. Las bicicletas son fundamentales a la hora de salir a dar vueltas ya que BM es enorme.

Si bien no es un festival para cualquiera, es altamente recomendado para los que quieren participar de un evento diferente a todos los demás, y uno de sus motos mas importantes es LEAVE NO TRACE, por lo cual es clave dejar el desierto tal cual estaba antes de cada edición.

Al final de la semana se cumple con el ritual de quemar tanto el Hombre como el Templo.



Por Hernan Cattaneo

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